George Borrow, apodado en Madrid como " Don Jorgito, el inglés", fue quien primero mantuvo contactos pastorales y, más aún, bíblicos, con los gitanos.
Borrow nació el 5 de julio de 1803. Siendo muy jóven conoció a un gitano llamado Ambrosio Smitch, quien le enseñó las costumbres y tradiciones de los gitanos, y en 1.825, decidió abandonar su casa tras la muerte de su padre, e irse con Ambrosio para vivir con los gitanos. Trabajó con un herrero, compró un caballo y se fue con los gitanos por los caminos en busca de aventuras.
Pero los comienzos de esta experiencia no fueron muy buenos, ya que una gitana le envenenó con un pastel, pero, luego su curación se atribuyó a la intercesión de dos predicadores del Evangelio que estaba itinerantes en el País de Gales. Fueron ellos quienes le hablaron de Jesucristo y le regalaron un ejemplar de la Biblia. Tras un altercado con un gitano, debido al comercio de chatarra, " cayó en las redes honestas de una linda joven de una familia Gitana ".
En 1.833 la influencia de un pastor, que tenía conocimiento de idiomas, le influyó para que buscase un empleo en la sociedad Bíblica Británica extranjera. A ésta le impresionaron su memoria, su inteligencia y sus conocimientos sobre los gitanos, a los que quería hacer llegar la Palabra de Dios para salvarlos. En 1.935, se desplaza a Rusia, donde visitó el campamento de gitanos de María Rotzer, para hablarles de Jesucristo y de la Biblia.
Es a partir de 1.836 cuando la Sociedad Bíblica de Londres envía a "Don Jorgito" a España, después de una breve estancia en Portugal. En Badajoz, nada más llegar a España, mantiene los primeros contactos con gitanos españoles, recordándolo así:
"En Badajoz, capital de Extremadura, fue donde, por primera vez, tropecé con los singularísimos "Zíncali" o gitanos españoles. Allí fue donde encontré al indómito Paco, hombre que tenía un brazo seco y manejaba las cachas con la mano izquierda; a su astuta mujer, Antonia, diestra en hkkano buró, o engañó maestro, a su suegro, el feroz gitano, Antonio López, y a otros muchos individuos del errate, o sangre gitana, poco menos notables que éstos".
"Es aquí, donde por primera vez prediqué el Evangelio al pueblo gitano, y comencé la traducción que, en parte, se imprimió más tarde en Madrid ". ( Borrow, G. Biblia Gitana )
Pero a lo largo de su estancia en España, conoció a los gitanos, alternó, vivió con ellos en caminos, ventas e, incluso, en ciudades y cárceles. Le interesaban y los conocía, casi podríamos decir que los amaba y, sobre todo, les predicaba el Evangelio y sus enseñanzas. Durante estos contactos, no le faltaron problemas; a veces, por parte de gitanos, a veces, por la de los payos que eran la mayoría; y, sobre todo, por hablar el caló, idioma prohibido. Por eso se le acusó de brujo o de poseso del demonio.
Estas dificultades y persecuciones destacan sobremanera cuando decide traducir al caló el Evangelio de San Lucas. Después de publicarla, Francisco Gambor, jefe político de Madrid, secuestró sus obras, le mandó encarcelar, alegando desacato a un agente de la autoridad y por vender libros impresos fuera del reino.
Pero la verdadera razón de su encarcelamiento fue su interés por predicar la Palabra de Dios a los gitanos.
Después gracias a la intervención del embajador británico, que levantó cierto revuelo, George salió de la cárcel, manifestándose así su inocencia.
Dificultades y más dificultades se fueron sucediendo, pero "D. Jorgito" las supera, movido siempre por una única idea: Predicar la Palabra de Dios a los gitanos y gente humilde, y aseguraba: " siempre, he encontrado en el ánimo de los campesinos, gitanos y gente humilde, una mayor determinación hacia la religión y piedad, que en los de la ciudad, la razón es obvia: aquéllos están menos familiarizados con la obra de los hombres que con las de Dios sus ocupaciones, además, son sencillas, no requieren tanta habilidad o destreza, como las que atraen la atención del otro grupo de sus semejantes y son, por tanto, menos favorables para engendrar la presunción y la suficiencia propia, tan radicalmente distinta de la humildad del espíritu, fundamento verdadero de la piedad " ( Borrow, G. La Biblia en España )
La evangelización gitana fue una constante a lo largo de su estancia en España. Su trabajo no cayo en saco roto. La traducción del Evangelio de San Lucas al " Kaló ", en una época en que la mayoría eran gitanos eran analfabetos, contrasta con que muchos de ellos llevaban en el bolsillo esta traducción, como un talismán.
HISTORIA RECIENTE
El movimiento evangélico gitano nace en 1.950; sus orígenes se encuentran en Francia y, concretamente, en la persona de Clement la Cosset, católico convertido al protestantismo, dedicado a compañas de evangelización en RENNES. Allí acudió a él un gitano para pedirle que orara por su hijo enfermo de tuberculosis. El milagro se produjo. A partir de este momento, La Cosset se sintió movido a trabajar entre los gitanos, y a canalizar su fervor y su religiosidad. Por eso, aún siéndole totalmente desconocido el mundo gitano, se dedicó, a su evangelización. La noticia de la curación se extendió rápidamente entre los gitanos de la tribu " MANOUCHES " y, así, dio comienzo este Movimiento.
En 1.952, se tienen los primeros bautismos; fue, concretamente, en Brest . A partir del año 1.959, surgen las conversiones de nuevas tribus, y sucede lo más importante, que los objetivos del Nuevo Movimiento se centran en conquistar para Dios, para el Señor, a los gitanos del resto del mundo: Europa, México, EE.UU, India... y, entre éstos, a los gitanos españoles.
Durante los comienzos del Movimiento en España, destaca un personaje, D. Claudio Salazar, conocido familiarmente por " Palco ", apodo que le dieron los gitanos españoles; había conocido el Movimiento Pentecostal Gitano en Francia, del que quedó entusiasmado. Más tarde, en 1.963, logró las primeras reuniones evangélicas del pueblo gitano español en Balaguer (Lérida). Estas tenían lugar donde podían, pues no abundaban locales apropiados. Los frutos no se hicieron esperar y, al año siguiente, se logran los primeros bautismos. En 1.967 el Movimiento se encuentra ya expandido por Alicante, León y Bilbao, siendo los responsables de estas iglesias los mismos gitanos.
Poco a poco, el Movimiento se va abriendo con cautela, por no existir libertad religiosa en España en aquellos años.
El pastor de Balaguer, Jaime Díaz Cortes, que tuvo sus primeros experiencias en Francia, extiende su apostolado a Barbastro (Huesca) y es aquí, donde por primera vez entra la Guardia Civil y prohibe la reunión del culto.
(Diego Jiménez, presidente de la IEF, entrega la placa conmemorativa al hijo del pastor Jaime Díaz Cortés)
Una fecha clave es la de 1.969, en la que el Gobierno Español reconoce el Movimiento Evangélico Gitano en España. A raíz de éste reconocimiento, aparecen predicadores por diversos puntos de España: En Barcelona, Balaguer, Madrid, Santander, Tarragona... También en Castellón, Mallorca, Sevilla, Madrid, Santander, Teruel, comienzan a darse bastantes conversiones; hasta treinta, en algunos lugares.
Pero los verdaderos frutos del reconocimiento oficial empiezan a incrementarse al año siguiente, año que podemos denominar como de auténtica eclosión espiritual evangélica entre los gitanos: en Valladolid, Huesca, Madrid y Zaragoza, hay bautismos masivos. Este año tiene lugar el primer retiro espiritual gitano, del 1 3 al 18 de Abril, en Balaguer, con asistencia de cerca de un centenar de gitanos.
Pronto, Madrid ocupará un puesto importante en la vida del movimiento. El día 21 de Abril de 1.970 tuvo lugar el juicio de tres hermanos que habían sido llevados a prisión por predicar la Palabra de Dios en el barrio madrileño de Caño Roto; la acusación figuraba bajo el título, cotidiano por entonces, de " reuniones ilegales ", pero rápidamente fueron puestos en libertad.
Más tarde, también en Madrid, hubo algún que otro día de retiro en oración. Valladolid fue conquistada rápidamente, a pesar de la oposición de ciertas personas que atacaban violentamente al Movimiento, pero muy pronto contó con 83 bautizados. En Burgos, nace hacia 1.970; su fundador fue Lorenzo Ramírez, que tuvo que padecer numerosos problemas, dada su estrecha economía, pues tenía que combinar el tiempo de trabajo con el dedicado al apostolado, para captar miembros y, finalmente, poder crear la comunidad, de la que surgieron 7 pastores, entre ellos Tomás Borja, con el que la comunidad alcanzó un gran esplendor.
La Iglesia Evangélica de Filadelfia se define en España con el título de " Movimiento Evangélico Gitano Español " y así es como se presenta, para ser aceptada y legalizada por el Ministerio de Justicia, como asociación religiosa. Al ser rechazado con este título, poco después, escogen el de "Iglesia Evangélica de Filadelfia ", aunque éste no se utilice y vulgarmente se les conozca con el de " Aleluya ".
Las razones por las que se le denomina como Movimiento, son: Por ser una Iglesia pentecostal; una Iglesia gitana; y una iglesia joven.
1 comentario:
Saludos desde valencia, (Torrente) felicitarte por la pagina y su contenido.
Juan Hernádez Carbonell
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